Celiaquía, intolerancia a la lactosa, fructosa, galactosa, alergia a los frutos secos, entre otras.
Realizamos menús y recomendaciones adaptadas a las necesidades de cada persona teniendo en cuenta las recomendaciones y diagnóstico del médico. Además es importante trabajar en muchos casos con la familia, ya que es importante que todos se involucren en la nueva alimentación y conozcan como poder ayudar a que el paciente se sienta menor.
También es importante que el paciente conozca su enfermedad y cómo evitar efectos no deseados que puedan repercutir en su salud inmediata y a largo plazo.